lunes, 1 de junio de 2009

La evaluación de la transferencia de conocimiento en la relación de cooperación Universidad-Empresa: una visión desde el contexto de la sociedad del conocimiento

Las tecnologías de la información y la comunicación están propiciando una serie de cambios estructurales, con implicaciones no sólo en lo político-económico, sino también en lo educativo-social. Al respecto, Drucker señala que la nueva Revolución de la Información tuvo sus orígenes en los negocios y es allí donde más ha avanzado. Pero está a punto de dar un vuelco a la educación y el cuidado de la salud. En efecto, el avance de las tecnologías de la información y las comunicaciones han tenido “profundas consecuencias para la educación, para la producción de los conocimientos y para las instituciones que las hace posible: las universidades en el contexto educativo, las universidades siempre han tenido un papel preponderante en la generación y mantenimiento de la cultura e identidad de un país. A la Universidad se le ha considerado la protagonista principal de la función educativa de una sociedad. Por eso, en estas épocas marcadas por grandes cambios, está llamada a enfrentar los retos que suponen las nuevas oportunidades que ofrecen las tecnologías, las cuales mejoran la manera de producir, organizar, difundir y controlar el conocimiento. Para García (1998) las universidades son instituciones que deben enfrentar los nuevos requerimientos de formación de profesionales, así como la producción y organización de los conocimientos que necesitan los actores económicos y sociales, fundamentalmente las empresas, que están urgidas de ganar una posición estratégica en la nueva configuración económica de globalización y competitividad, lo cual, redundará en beneficio para la sociedad. En otros términos, las universidades deben redimensionar los espacios para la producción, difusión y transferencia del conocimiento.

El carácter instrumental de la cooperación, como facilitadora de la consecución de objetivos a través de esfuerzo conjunto, es decir, como sistema inspirado en la solidaridad humana que trasciende lo individual para centrarse en el bienestar y satisfacción de las necesidades del grupo o colectivo, aunado al carácter multifacial de la misma, entendida como una cultura que está presente
y que afecta al ámbito político, científico-tecnológico y económico, al igual que el social y cultural, pone de manifiesto que ante los principales problemas globales que colocan en peligro la viabilidad y seguridad del planeta, se hace necesario entrar en un ciclo dominado por la cooperación, como principal, por no decir única, respuesta a la solución de estos problemas. El concepto “Sociedad del Conocimiento” se origina a principios de la década de los noventa, y pretende dar cuenta del reciente valor económico y social que tiene el binomio conocimiento / información y, por ende, la innovación, en oposición a un modelo de reproducción de una economía caracterizada por una lógica competitiva y una morfología industrial conocida con la denominación de “fordismo”, cuyo objetivo radica en la maximización de la eficiencia medida en términos de productividad.

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