lunes, 22 de junio de 2009

VI LECTURAS: El Papel De La Universidad En El Diseño De Políticas Para La Formación De Capital Humano En Pro Del Desarrollo Económico Local



La globalización signada por una intensa revolución científica y tecnológica ha incidido de manera profunda en los procesos productivos y en consecuencia, en los puestos de trabajo. Estos cambios en los sistemas laborales están referidos a la exigencia de nuevos requerimientos como nuevas tecnologías, habilidades, aptitudes, actitudes y destrezas para el desempeño laboral. Según Gaggini, “La globalización engloba un proceso de creciente internacionalización del capital financiero, industrial y comercial, nuevas relaciones políticas internacionales y el surgimiento de nuevos procesos productivos, distributivos y de consumo deslocalizados geográficamente, una expansión y uso intensivo de la tecnología sin precedentes.”

Desarrollo económico y capital humano, esta por ser una de las principales características de la globalización la necesidad de formación de las personas, es de vital importancia invertir en la formación del Capital Humano, a fin de contribuir con el desarrollo económico. En este sentido, las exigencias de nuevas cualificaciones adaptadas a los requerimientos tecnológicos son un imperativo de la oferta del mercado laboral; a su vez el desarrollo económico de una región dependerá en gran medida de la incorporación de las personas a este mercado laboral, todo lo cual, contribuirá decididamente, a reducir la exclusión social y por ende aumentar los niveles de empleo.

Para poder diseñar y desarrollar políticas efectivas de formación de los recursos humanos en un contexto globalizado es necesario conocer detenidamente el escenario local a fin de insertar al modelo las condiciones específicas del sector, requisito indispensable para conseguir el objetivo que se pretende.
La Responsabilidad Social Empresarial: Razón de ser del Marketing como Sistema de Pensamiento Organizacional.


Dan O’Brien de la Escuela de Negocio J. Mack Robinson de la Universidad de Georgia State (EE.UU), titulado Integrating Corporate Social Responsability with Competitive Strategy, propone un modelo de integración de los programas de responsabilidad social con el desarrollo de las estrategias competitivas de la organización.
O’Brien plantea como problema para la gestión empresarial la desalineación entre la Responsabilidad Social empresarial y la estrategia competitiva de las empresas (O’Brien, 2001). Son tres las consecuencias básicas detectadas:
1)Generar un impacto social diluido al asignar donaciones a muchas acciones y organizaciones caritativas.
2)Una incorrecta utilización de las competencias básicas y los otros activos del negocio.
3)Tomar decisiones que puedan dañar nuestra reputación.
Todo esto finalmente termina por generar un impacto mínimo en el performance económico de la organización, así como en la sociedad. La correcta gestión de la RSE permite alinear las acciones sociales con
el negocio, de manera que se maximicen el performance financiero del negocio y el beneficio social. Bajo esta óptica la RSE no sería una herramienta de gestión, sino el motivo de la gestión, lo cual requiere una verdadera transparencia en lo relacionado al comportamiento social y ecológico de las empresas, lo que finalmente garantiza el equilibrio entre empresa/organización y entorno, trayendo como consecuencia a su vez un beneficio económico.
La concepción de una nueva visión de entenderla razón de ser de las organizaciones, trascendiendo del mero beneficio individual económico, debe generar, a su vez, una nueva forma de pensamiento organizacional que consiga que dicha razón de ser cobre sentido.
Cada elemento o aspecto del entorno social-receptor hace que lo que hagamos cobre sentido cuando lo hacemos de la forma como para cada uno de dichos elementos cobra sentido. Una relación de carácter netamente recursivo. Para nadie es un secreto que aquellas organizaciones que parecieran tener conocimiento de su entorno social-receptor tienen en dicho conocimiento un efecto impulsor de beneficios para ellas. Cuando se hace mención a la palabra beneficio, dentro de esta forma de entender a la organización, no lo hago haciendo alusión al mero término económico, sino incluyendo aspectos de orden, social, ético y de equilibrio con su entorno, quedando el beneficio económico como un aspecto más de igual importancia que los otros tres, tanto para la organización como para el cliente.

lunes, 1 de junio de 2009

V Lecturas: Diseño de una red de participación

El capital social surge en las organizaciones sociales, promovido por la dinámica de las interrelaciones que se establecen entre los sujetos miembros de ellas, y suministra los elementos psicoemocionales para la materialización de los proyectos, contribuyendo además al mantenimiento del grupo como tal, al conquistar sus objetivos. Facilita la sostenibilidad sobre todo cuando se trata de diseñar propuestas que fomenten el desarrollo local
En la definición de capital social, se encuentran varios elementos que interactúan, estos son: las redes de compromiso cívico, las normas de reciprocidad y la confianza social, los cuales constituyen el contenido de las relaciones y de las instituciones sociales del capital social. La importancia de las redes está no sólo en estimular la participación sino también en la provisión de beneficios entre los miembros de la comunidad. Dentro del tejido social coexisten diversos factores que fluyen entre los individuos: la información, la comunicación, los recursos, la asistencia, entre otros. Las normas de reciprocidad aunque más cercanas al terreno de la cultura, con el adjetivo de reciprocidad se suscriben al territorio del capital social como elemento, forman preceptos que señalan cómo los miembros de una comunidad deben comportarse en función de intercambiar valores, acciones y objetos. La confianza social, es una actitud que se basa en el comportamiento que se espera de la otra persona que participa en la relación que se establece entre ambas. Las normas de reciprocidad y las redes de compromiso cívico actuando en forma conjunta, dan origen a la confianza como elemento de mayor trascendencia para el capital social por cuanto conforma este elemento un poder en la colectividad capaz de fomentar avances o bloquear aspiraciones. La red de compromiso social constituye uno de los elementos necesarios para la construcción del capital social, que conlleva al desarrollo económico de la nación. La red es el resultado final de una serie de relaciones interorganizacionales en el cual participan agentes y actores de una determinada localidad, con el objetivo de mejorar su nivel de vida mediante la generación de empleo, crecimiento de la economía propia, valiéndose de las fortalezas y oportunidades que los intervinientes de la red poseen y contrarrestando las debilidades y amenazas mutuas que impiden el desarrollo económico local.
La evaluación de la transferencia de conocimiento en la relación de cooperación Universidad-Empresa: una visión desde el contexto de la sociedad del conocimiento

Las tecnologías de la información y la comunicación están propiciando una serie de cambios estructurales, con implicaciones no sólo en lo político-económico, sino también en lo educativo-social. Al respecto, Drucker señala que la nueva Revolución de la Información tuvo sus orígenes en los negocios y es allí donde más ha avanzado. Pero está a punto de dar un vuelco a la educación y el cuidado de la salud. En efecto, el avance de las tecnologías de la información y las comunicaciones han tenido “profundas consecuencias para la educación, para la producción de los conocimientos y para las instituciones que las hace posible: las universidades en el contexto educativo, las universidades siempre han tenido un papel preponderante en la generación y mantenimiento de la cultura e identidad de un país. A la Universidad se le ha considerado la protagonista principal de la función educativa de una sociedad. Por eso, en estas épocas marcadas por grandes cambios, está llamada a enfrentar los retos que suponen las nuevas oportunidades que ofrecen las tecnologías, las cuales mejoran la manera de producir, organizar, difundir y controlar el conocimiento. Para García (1998) las universidades son instituciones que deben enfrentar los nuevos requerimientos de formación de profesionales, así como la producción y organización de los conocimientos que necesitan los actores económicos y sociales, fundamentalmente las empresas, que están urgidas de ganar una posición estratégica en la nueva configuración económica de globalización y competitividad, lo cual, redundará en beneficio para la sociedad. En otros términos, las universidades deben redimensionar los espacios para la producción, difusión y transferencia del conocimiento.

El carácter instrumental de la cooperación, como facilitadora de la consecución de objetivos a través de esfuerzo conjunto, es decir, como sistema inspirado en la solidaridad humana que trasciende lo individual para centrarse en el bienestar y satisfacción de las necesidades del grupo o colectivo, aunado al carácter multifacial de la misma, entendida como una cultura que está presente
y que afecta al ámbito político, científico-tecnológico y económico, al igual que el social y cultural, pone de manifiesto que ante los principales problemas globales que colocan en peligro la viabilidad y seguridad del planeta, se hace necesario entrar en un ciclo dominado por la cooperación, como principal, por no decir única, respuesta a la solución de estos problemas. El concepto “Sociedad del Conocimiento” se origina a principios de la década de los noventa, y pretende dar cuenta del reciente valor económico y social que tiene el binomio conocimiento / información y, por ende, la innovación, en oposición a un modelo de reproducción de una economía caracterizada por una lógica competitiva y una morfología industrial conocida con la denominación de “fordismo”, cuyo objetivo radica en la maximización de la eficiencia medida en términos de productividad.